El rebozo es mucho más que un trozo de tela. Es memoria viva, herencia de los pueblos indígenas de México y símbolo de cobijo femenino. Durante siglos, las parteras lo han usado para envolver, mecer, aliviar y acompañar a las mujeres en tránsito hacia la maternidad. Hoy, desde Comunidad Materna en Utah, lo reivindicamos como una herramienta de cuidado respetuoso en nuestras clases prenatales.
🌱 Raíces que sostienen
- Origen cultural: tejidos a mano en telar de cintura, cada rebozo cuenta historias de familia, territorio y resiliencia femenina.
- Sabiduría partera: técnicas como el manteo o rebozo massage se transmiten oralmente; su objetivo es relajar, acomodar y contener.
- Resignificación actual: integrar el rebozo en entornos clínicos modernos es un acto de resistencia cultural y de respeto a los saberes ancestrales.
🤎 Beneficios durante el embarazo
- Relajación muscular – balancea suavemente la barriga y libera tensión en espalda y caderas.
- Alivio postural – permite descargar peso pélvico sin depender de fajas rígidas.
- Conexión emocional – el movimiento rítmico estimula oxitocina, la “hormona del amor”, y favorece el vínculo con tu acompañante.
✨ En el parto: aliado para un flujo más suave
- Acomodar al bebé: maniobras específicas ayudan a rotar fetalmente y ganar espacio pélvico.
- Soporte en contracciones: colgado del techo o sostenido por la doula, ofrece tracción y contrapeso para liberar cadera y periné.
- Sensación de abrazo continuo: sentir la tela rodeando tu vientre puede disminuir la percepción de dolor y aumentar la seguridad.
👥 Trabajo en equipo
Usar el rebozo no es solo “técnica” — es ritual comunitario:
- La pareja o acompañante aprende a sostener sin invadir.
- La doula guía con respeto, evitando maniobras bruscas.
- La mujer que pare decide el ritmo y la intensidad del movimiento.
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